Ensayo sobre
un fragmento de Susan Sontag.
La relación
de la fotografía y la pintura durante el siglo XIX.
Características
de una relación.
La foto es un medio relativamente nuevo comparándola con los
milenios que lleva la pintura, 200 años aproximadamente suena a un parpadeo,
sin embargo hoy son muchísimo mayores las cantidades de fotografías que de
pinturas, como en el momento donde despega la industrialización y en menos de
un siglo, la humanidad produce una mayor cantidad de objetos que en lo que se
había producido durante toda su historia, esta analogía nos sirve para mostrar
como aun siendo un infante, la fotografía prácticamente relevo a la pintura en
los géneros y actividades que desempeñaba , hoy cuando alguien quiere retratar
saca una cámara y dispara , no saca un cuaderno de bocetos y entrega el retrato
terminado en una semanas, a menos que el retratado decida someterse a la
espera, en vez de ver resultados casi inmediatos, esta cuestión de rapidez
represento todo un hecho , hubo pintores que incluso se atrevieron a declarar
que la pintura había muerto, qué sentido tiene trabajar en un medio tan lento,
cuando la fotografía permite resultados
casi inmediatos y de mejor calidad, la imagen no debe pasar
trabajosamente por la mano y el ojo del artista, si no que puede hacerlo de un
modo casi automático, como si el hombre frenara su intervención al mínimo y
dejara actuar a la naturaleza.
Una relación donde conoces a quien te va a remplazar en el
trabajo suena a priori a una relación de tensión, donde el que es
remplazado pone la mayor cantidad de trabas posible al siguiente, en una
especie de debate o lucha para conservar su puesto sabiendo que es inútil, pero
mantiene su actitud hostil por una vana ilusión del puesto, el nuevo mientras
tanto, en su inexperiencia y su falta de poder, no tiene más remedio que
sortear las olas y estar a regañadientes bajo el hombre a cargo. Una relación
como esta puede ejemplificar la relación entre fotografía y pintura cuando la
foto empezó a lucir sus virtudes, el momento donde salió a flote, no como un
contrincante todavía, sino más bien como alguien que se distingue por hacer las
tareas de siempre a mayor velocidad y con mayor calidad, pero que todavía no
goza de todo el reconocimiento.
Ese reconocimiento fue llegando a medida que los procesos se
fueron refinando poco a poco, del Dagerrotipo y el Calotipo al coloidon húmedo
y de la Ambrotipia a la solución de gelatino bromuro, la fotografía se fue
perfeccionando, pronto los tiempos de exposición permitieron tener una
fotografía en cuestión de días, la pintura fue perdiendo mercado por el hecho
de que la diferencia entre un retrato pintado y uno fotográfico ya no era tan
grande, incluso se pudo eliminar algo del problema del color mediante retoques
de pintura sobre la foto; pero la verdadera razón estribaba en que la gente que
quería ser retratada como se veía, apreciaban el hecho de que la foto fuera un
recorte de la realidad que tuviera la calidad de un documento y que este
documento aparecía en un tiempo muchísimo más cercano al que transcurre en la
propia realidad, la ironía de la pintura consistía en que para captar un
instante con todo el detalle y precisión de momento, se necesitaban semanas o
meses.
En la antigua gama de posibilidades de la pintura, estaban
los cuadros de género , entre estos estaba el retrato , el paisaje , el bodegón
y el cuadro histórico, la fotografía empezó a apropiarse de estos en una acto
reflejo, un nuevo medio siempre tiene restos del anterior, pero a medida de que
las cámaras se hacían más portátiles y los tiempos de exposición más cortos ,
la fotografía rebelo que podía mostrar nuevas facetas a los géneros
tradicionales , en el retrato por ejemplo utilizando el close-up , el acercamiento al rostro hasta dejarlo aislado, o la
forma en que podía captar escenas de la vida cotidiana con mayor naturalidad ,
la fotografía mostraba que las cosas podían verse también en el fragmento o al
contrario en su grandeza como no lo había pensado un pintor, recordando las fotografías
de las urbes desde el cielo, la fotografía era una nueva forma de ver.
A pesar de las innovaciones técnicas la foto fue víctima de
acusaciones del mundo de las bellas artes, al declarar que si bien ofrecía
vistas novedosas y registros veloces, su dependencia de un medio mecánico, su
facilidad de manipulación y su toque impersonal (impersonal pues no contaba con
muchas de las cualidades de la pintura, aunque a lo largo del tiempo se
descubrió que si tiene otro rango de decisiones personales) demostraban que no
era una arte. Con un contexto como este, los fotógrafos que aspiraban a la
condición de artistas, tenían que entrar en un régimen pictórico, es decir si la foto era mecánica, tenían que volverla
manual, tenía que adquirir virtuosismo, los procesos de rebelado muchas veces
se combinaron con el grabado y ciertas técnicas de retoque, logrando efectos
evanescentes y dispersos, un ataque o un rechazo a la parte mecánica de la cámara,
la foto no nacía cuando se presionaba el obturador, si no después de un intenso
proceso de rebelado.
Este movimiento centrado en el rebelado, en el efecto de
desenfoque pretendía mostrar a la fotografía como algo tan noble como la
pintura utilizando los recursos de la pintura, pero mientras transcurría el
siglo XIX distintos pintores abogaron por la fotografía, quizás la pintura
fuera arte y la fotografía no, pero las ventajas técnicas que aporta son
innegables, como lo demuestra el uso de fotografías por Delacroix para
remplazar modelos y su manipulación material foto-sensible, el uso de encuadres
fotográficos en Toulouse-Lautrec (por los elementos recortados) y en Degas por
el uso de cianotipos y encuadres.
Podríamos concluir que la relación entre fotografía y pintura
es conflictiva durante el siglo XIX, por la novedad del medio fotográfico y la
crisis que provoco en la pintura, de cómo la fotografía “artística “estuvo bajo
un fuerte influencia pictórica para validarse y desprenderse poco a poco de lo
pictórico y por ultimo como el interés en la fotografía de pintores o
dibujantes rebela la integración de lo fotográfico al viejo medio y abre las
puertas para su paulatina adopción como arte.