domingo, 12 de marzo de 2017

Ensayo sobre el retrato.

El retrato dentro de la vida intima

La vida íntima es un espacio donde las normas sociales exteriores se relajan, es un lugar donde las  cosas suceden a puerta cerrada, un espacio misterioso y oculto, donde solo somos juzgados o vistos por las personas de más confianza, es un lugar privado. El retrato puede cobrar una dimensión extra, no solo consiste en mostrar a la persona en sí, si no también su entorno, como si su ambiente fuera un extensión de ellos, así, el retrato puede ser más cabal, no solo muestra como somos físicamente, sino también como luce lo que está a nuestro alrededor, el espacio donde queremos y/o podemos vivir.

Para que un retrato sea un retrato, tiene que distinguirse de quien se habla, esto no quiere decir que la biografía de la persona nos venga a la cabeza automáticamente, sino que debe darse forma a una identidad, es como si oímos un nombre pero ese nombre no nos dice nada, al ver la imagen de esa persona, ya no es algo abstracto, es alguien.

Antes de la fotografía, la pintura se encargó de mostrar estos espacios y la gente que habitaba en ellos, la tendencia a retratar a las personas dentro de espacio privados reales, a diferencia de los cuadro religiosos o escenas mitológicas, data de la contrarreforma, aunque hay muchísimos ejemplos anteriores, el éxito de la representación de la casa y los temas hogareños como un tema valido y a la altura de los otros géneros es inédito, a menudo las representaciones de la vida doméstica se representaban mas en grabado o al fondo de las pinturas, pero a partir de Lutero las representaciones religiosas se consideran idolatría, por lo tanto géneros como el bodegón y las escenas de la vida privada y pública se vuelven aceptadas al servicio de los nuevos burgueses.

Los pintores que retratan esta vida son numerosos, entre ellos podemos incluir a la pintura holandesa del siglo XVII y posteriormente a varios pintores del siglo XVIII en varias partes de Europa, algo que podría unir a varias de estas representaciones son quienes las encargan, los burgueses, la gente que decide representar su vida, es porque tiene 2 razones, le gusta y se siente satisfecho con ella y porque tiene los medios económicos para hacerlo, así un artista como Francoise Boucher o Jean Honore Fragonard de Francia son bastante representativos del rango de posibilidades de retrato y la vida íntima, pintan escenas de pastorales , diversiones aristocráticas, cuadros mitológicos y los más sorprendentes, escenas eróticas.

Lo sorprendente de las escenas eróticas es que son escasamente representadas en occidente y por lo general eran imágenes de corta circulación, pensando en cuadros como “La resistencia inútil” de Fragonard o “Hercules y Onfale” de Boucher, eran cuadros destinados a lugares privados, no públicos, si bien no muestran escenas de penetración  de forma directa u otra práctica sexual explicita, el sexo fue uno de los aspectos menos representados en la pintura occidental o sus representaciones se mantenían siempre a escondidas , en este caso en la residencias de los aristócratas.

Otro caso ejemplar de como el sexo estuvo vetado de la representación, es el cuadro de el origen del mundo de Gustav Courbet, este cuadro es un acercamiento a la vagina de su amante, Joanna Hiffernan, mostrando el vello púbico y los labios exteriores, pese a que fue hecho en 1866, se expuso hasta 1995, aun hoy en día las imágenes de sexo explícito causan tanto escándalo.

Aun así cabe añadir que se podría ver un progresivo avance en la forma en que se retrataba el sexo, la llegada de la fotografía, junto con el avance de lo laico en la sociedad, permitieron poco a poco la difusión de estas imágenes, de este aspecto de la vida intima, otros aspectos de la vida privada no se vieron tan limitados por no estar ligados a cuestiones tan controvertidas como el sexo.

Podemos dar un salto a los 60, los años donde todo se cuestionó, incluido el sexo, así podemos llegar a la obra de Nan Goldin y Robert Mapplethorpe, fotógrafos que retrataron el sexo de forma directa y que incluso se llegaron a autorretratar en prácticas sexuales, desde el punto de vista de este ensayo,  serian (en especial Goldin) los continuadores del retrato dentro de la vida privada, dan un cambio de la forma de plasmar la vida privada, poniendo énfasis en el sexo, un aspecto reprimido.

Ellos dan la cara, muestran su ambiente inmediato y no temen mostrarse, muestran a comunidades vedadas a lo largo de generaciones, la comunidad LGBTTT, con Goldin Y Robert, sabemos de su existencia y sobre todo con Goldin asistimos al desarrollo de su vida, los espacios donde se mueven, las parejas que tienen y muchas veces como sus vidas terminaron con el VIH o SIDA.


Goldin Y Mapplethorpe  actualizan y retoman el tema del retrato en un ambiente especifico, lo hacen con un nuevo medio que les permite nuevos enfoques y nuevas formas de mirar, pero haciendo referencias directas o indirectas al pasado del retrato, desde los desnudos musculosos y de apariencia inmaculada en Mapplethorpe, con sus referencias al desnudo grecorromano o Nan Goldin retomando a ratos la iluminación del barroco o escenas intimas del romanticismo, pero incluyendo nuevas miras al incluir temas antes ocultos, como otras formas de sexualidad o los conflictos de pareja.

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